Parabrisas Limpios = Conducción Segura

Cuando el mal tiempo es la norma, es cuando recordamos ciertos hábitos que deberíamos tener más presentes. Por ejemplo: ¿Has revisado los limpiaparabrisas de tu carro?

No olvides que estos son un elemento indispensable, porque permiten que tengamos buena visibilidad en condiciones meteorológicas adversas. Al llover sobre el parabrisas, al chocar insectos sobre el cristal, barro o aceite de las primeras gotas que mojan la vía… Cuando activamos los limpiaparabrisas descubrimos que acumulan agua, dejan marcas y hacen un ruido chirriante. Estos son los síntomas de que están estropeados y no hacen su función como debieran.

El 90% de la información del tráfico la recibimos por la vista; ergo la visibilidad debe ser total. De acuerdo con muchos estudios, el 82% de los accidentes en carretera suceden de noche o con malas condiciones de visibilidad, mientras que en días lluviosos el número de choques aumenta en una media de 15%. Algo es cierto: conducir un vehículo con los limpiaparabrisas en mal estado, se traduce en una pérdida de visibilidad de entre 20% y 30%.

Como todo, estos elementos no son duraderos y se dañan con facilidad, bien sea por la acumulación de agua, insectos, suciedad y barro que deben eliminar y, especialmente, la exposición a los rayos solares. En promedio, un juego de limpiaparabrisas puede realizar medio millón de barridos en su vida útil. Los fabricantes recomiendan sustituirlos anualmente, preferiblemente en temporadas de verano antes de que lleguen las lluvias.

Los limpiaparabrisas se clasifican en dos tipos, según las escobillas que los conforman:

• Planos (totalmente de goma): Son altamente eficaces en el barrido y reducen la fricción en el parabrisas. No poseen partes metálicas, por lo que no se oxidan. Su diseño es aerodinámico, mantienen la presión en forma uniforme por todo el parabrisas y tienen una larga vida útil para diferentes climas.
• Convencionales (metálicas): Llevan doble pintura anticorrosiva, una estructura metálica robusta, resistente y duradera. Las garras de los mismos son rectangulares con un ajuste preciso en la goma, para garantizar una limpieza eficaz y mayor estabilidad en los limpiaparabrisas de mayor longitud. La goma posee dos componentes distintos que se combinan para una limpieza más suave y rápida. La punta más rígida reduce el desgaste.

Los siguientes consejos te ayudarán a mantener tus limpiaparabrisas en buen estado, evitando malos ratos al momento de usarlos:

• Cada vez que laves tu vehículo no olvides pasar un trapo húmedo a los limpiaparabrisas delanteros y traseros, sin usar productos químicos. Es importante que eches anticongelante en el depósito de agua del limpiaparabrisas para evitar que la goma se congele y se rompa cuando lo acciones.
• Nunca acciones el sistema de limpiaparabrisas con el cristal congelado.
• Lleva un juego de escobillas de repuesto en el maletero, no es un elemento caro y te asegurarás siempre una buena visibilidad.

Recuerda que unos parabrisas limpios te garantizan una conducción segura. Mantenlos en buen estado.

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