La obesidad, uno de los principales impulsores de la diabetes
La Organización Panamericana de la Salud afirma que la obesidad es uno de los principales factores desencadenantes de la diabetes y las Américas tiene más del doble de adultos obesos que el promedio mundial, con las mujeres como el grupo más afectado por el exceso de peso.
La diabetes tipo 2, la cual representa la mayoría de los casos mundiales, está aumentando rápidamente en todo el mundo. Desde 1980, el número de personas con la enfermedad en la región se ha triplicado. Si no se toman medidas, se estima que para 2040 habrá más de 100 millones de adultos con diabetes, condición que impacta en la calidad de vida al ser causante de infarto de miocardio, accidente cerebrovascular, ceguera, insuficiencia renal y amputación de miembros inferiores.
La dieta saludable y la vida activa pueden poner un freno al avance de la obesidad y prevenir así la aparición de la diabetes, así como ayudar a controlarla.
Las mujeres se ven desproporcionadamente afectadas por la obesidad en muchos países. Por ello, el tema del Día Mundial de la Diabetes 2017 fue: Mujeres y diabetes, nuestro derecho a un futuro saludable.
Algunas investigaciones han demostrado que el aumento del índice de masa corporal se asocia con un mayor riesgo de sufrir diabetes, así como la obesidad abdominal se ha convertido en un factor predictivo fiable de sufrir esta enfermedad.
«La región de las Américas tiene la mayor cantidad de niños obesos en el mundo, lo que quiere decir que tendremos más personas con enfermedades crónicas -como la diabetes- en el futuro», lamentó la Directora de la OPS, Carissa F. Etienne. Sin embargo, estas enfermedades «son ampliamente prevenibles», dijo Etienne, y abogó por «el compromiso de todos para asegurar que los niños y niñas sean amamantados, eviten el consumo de alimentos altos en grasas, azúcar y sal, y realicen actividad física como una parte de su rutina diaria».
El avance de la diabetes puede detenerse a través de una combinación de políticas fiscales, legislación, cambios en el medio ambiente y sensibilización a la población para modificar los factores de riesgo, entre ellos la obesidad y el sedentarismo.
La OPS apoya a los países de la región en estos esfuerzos con el fin de minimizar el impacto de la diabetes y reducir la mortalidad prematura por esta causa, como parte de Plan de Acción Global para la Prevención y el Control de las Enfermedades No Transmisibles 2013-2020. Asimismo, ayuda a los países a adquirir medicamentos para tratar la diabetes a precios asequibles, reduciendo los costos asociados con el tratamiento de esta enfermedad crónica.
Con información de la Organización Panamericana de la Salud