¿Quiénes son los usuarios vulnerables del tránsito?
Los usuarios vulnerables suelen ser los más afectados por la siniestralidad vial, con importantes consecuencias tanto físicas como económicas y sociales. Reconocer la situación de estos usuarios para su inclusión en políticas públicas y acciones, además de resguardar su vida, debe considerar también mejorar la situación del tránsito bajo un enfoque integral, donde se incluya a todos los usuarios para que puedan hacer uso de las vías de forma segura y armoniosa.
Este conjunto social de usuarios, además, tiene una serie de características diferenciales que se describirán brevemente, para su inclusión bajo un enfoque sistémico, como a continuación se reseña:
1. Peatones: son los principales usuarios del espacio público y suelen ser los más frágiles en relación con otros, como conductores de automóviles de cuatro y dos ruedas (autos, motos y vehículos de transporte colectivo y carga). Como lo señala la DGT y el Observatorio Nacional de Seguridad Vial “… El grado de vulnerabilidad depende de su condición física y de sus pautas y hábitos de comportamiento a la hora de desplazarse por la calle”. Este segmento social incluye tanto a personas de la tercera edad o con movilidad reducida como a personas con discapacidad, pero también a aquellas tales como los peatones con plenas capacidades, cuyo comportamiento inapropiado viola normas para la seguridad vial y los coloca en situación de peligro en las vías.
2. Niños, niñas e infantes: suelen ser vulnerables por varias razones: a) su actitud ante el tránsito tiende a ser más descuidada, lo que implica disminución de la percepción de peligro, dado que “… su visión y nivel de audición tampoco están desarrollados completamente por lo que su percepción del espacio público y de los vehículos a motor que circulan es distinta a la de los adultos”; b) su estatura más baja y actitud imprevisible (sobre todo cuando están en grupo) hace que sean poco visibles y sorpresivos para los conductores de automóviles; y c) su seguridad depende de terceros, como madres, padres y representantes que velen por ellos (mediante, por ejemplo, el uso de sillas de retención infantil, el uso de cinturones de seguridad y evitando sentar a los menores en los asientos del copiloto o en motos).
3. Personas de la tercera edad: por sus diversas limitaciones físicas o cognitivas. También el consumo de ciertos medicamentos o actitudes imprevistas, propias de la senilidad, como imprudencia o poca atención a las normas del tránsito, hacen de este grupo de usuarios del tránsito individuos vulnerables.
4. Personas con discapacidad: por sus limitaciones de diversa índole (motrices, auditivas, visuales y mentales), necesitan una mejor infraestructura vial, así como señalizaciones y vehículos que les permitan circular con seguridad y comodidad. Incluso las personas de la tercera edad pueden ser parte de este grupo si presentaran algún tipo de dificultad para transitar libremente. Como lo señalan la DGT y el Observatorio Nacional de Seguridad Vial, respecto de las personas con discapacidad: “… se ven afectados por su baja altura cuando se desplazan en sillas de ruedas y por sus movimientos más lentos. Numerosas personas con movilidad reducida son, además, personas mayores, lo que las convierte en un subgrupo con un grado de vulnerabilidad todavía mayor”.
5. Pasajeros de todo tipo: se incluye en esta categoría a aquellos pasajeros de transporte colectivo, así como copilotos y otros pasajeros de vehículos de cuatro y dos ruedas, cuya vulnerabilidad radica en que su seguridad como usuarios no depende de ellos mismos, sino de otras personas que deberían prever los riesgos que implica la circulación en las vías.
6. Motociclistas: grupo que comparte la circulación y hace uso de las mismas vías con otros conductores de vehículos automotores de mayor tamaño y masa, lo que aumenta su vulnerabilidad física en un siniestro vial. Es un grupo particularmente riesgoso en nuestro país, por su comportamiento imprudente e irrespeto a las normas (no uso y/o sujeción inadecuada del casco protector, maniobras indebidas o irrespeto a semáforos y rayados peatonales), lo que los convierte en víctimas que aumentan las cifras de fallecidos y lesionados del tránsito.
7. Ciclistas: vulnerables, como los motociclistas, al no circular por los canales o ciclorrutas reglamentarios que permitirían advertir su presencia a otros conductores de vehículos; y al no usar casco protector u otros implementos de seguridad. Su menor masa y velocidad de circulación inciden en su fragilidad física en caso de accidentes.
Con información de Seguridad vial para los usuarios vulnerables realizado por Uxia Paredes, y publicado en segunda edición de la revista Aportes viales de la Fundación Seguros Caracas, con lo cual se ratifica su compromiso con la seguridad vial en Venezuela.